Se estrena y se libera el corto “Viaje a la tierra del Quebracho”

Próximamente se estrenará “Viaje a la tierra del Quebracho”, un corto de animación realizado por un equipo de artistas santafesinos, que se liberará con una licencia Creative Commons. El proyecto contó con el apoyo inicial del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, al resultar ganador del premio “Estímulo a la Producción Cinematográfica”. También recibe donaciones de quienes deseen dar su apoyo económico.

Un avance del corto puede verse en su sitio oficial, donde se publicará completo luego de su estreno en sala.

Una característica del proyecto que lo coloca en un lugar paradigmático desde el punto de vista de la Cultura Libre, es que además de la licencia utilizada para su distribución, la producción visual del mismo se realizó enteramente utilizando software libre, para lo cual se modificó y adaptó un software existente, para responder a las necesidades del proyecto.

Entrevistamos a Manuel Quiñones, director, co-guionista y animador del corto, para conocer más en detalle la motivaciones y el detrás de escena de “Viaje a la tierra del Quebracho”:

— ¿Cuál fue la motivación para elegir el tema y de qué se trata “Viaje a la tierra del Quebracho”?

Viaje a la tierra del Quebracho es un cortometraje de animación, que narra en clave fantástica, sucesos históricos de los pueblos del norte de Santa Fe, Argentina. Surge de la necesidad de recuperar una historia que está cayendo en el olvido. A tal fin, la idea es que es que sirva como punto de partida, no es un material educativo en sí, sino una ficción.

Comienza cuando un niño de la ciudad, motivado por un sueño revelador, y siguiendo su espíritu curioso y travieso, emprende un viaje siguiendo las vías del tren. En su particular odisea descubrirá sucesos históricos que relacionan la penosa vida de los hacheros forestales, una impestuosa empresa explotadora, y los habitantes originarios desplazados, en una historia que rescata la identidad de distintos pueblos que son uno solo.

Las preguntas que se abren son del tipo: ¿qué es el pasado? Tomando conciencia del mismo, ¿se puede cambiar la historia? ¿Podemos sentir afecto y pertenencia hacia aquello que no vivimos pero que, extrañamente, nos identifica?

— ¿Nos podés contar un poco sobre el equipo que trabajo en el proyecto?

Este proyecto fue una suma de ideas vagas durante años, que iban tomando forma al irlas comentando. Pero su realización recién fue posible una vez conformado un grupo que comparte la misma búsqueda. Un grupo de amigos con la capacidad de aportar a esta historia en las condiciones que se prestaron, con mayor o menor experiencia previa, pero sin duda con mucha experiencia compartida al final. Fueron cinco meses de realización, y para algunos, también de convivencia.

— ¿Contaron con el apoyo de alguna institución?

Sí, el proyecto fue financiado en principio por el Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe, fuimos premiados en su concurso Espacio Santafecino. Luego recibimos el apoyo de varias organizaciones e instituciones, y también recibimos un premio del Fondo Nacional de las Artes. La organización USLA nos proporcionó el espacio para el sitio web, http://animacionquebracho.org.ar que es el lugar en que estará disponible el cortometraje una vez estrenado. Todavía recibimos donaciones desde el sitio, que es otra manera de apoyar al proyecto.

— ¿Que técnica de animación se utilizó?

Nos basamos en la técnica del dibujo animado tradicional, que fue perfeccionada en los años 50, y que también vale recuperar en estos tiempos en que todo se hace a la ligera. Pero a la estética le dimos un enfoque local, con los recursos que contamos, empleando la tecnología actual que tenemos a mano. Dibujamos cuadro por cuadro y pintamos cada fotograma a mano, pero en digital. De otra forma, hubiera implicado un gasto irrisorio en papel, tiempo perdido en escaneo, y sin la posibilidad de “deshacer” 🙂 . Así que usamos tabletas digitales. Primero se hacían los cuadros clave, luego los cuadros intermedios, después se sombreaba y finalmente se coloreaba a los personajes. En algunas tomas hay más de diez personajes en escena, por eso teníamos que planearlas bien. Usamos storyboards y animatics.

Los fondos fueron pintados a mano, en acrílico sobre cartón, y también tuvieron retoque digital. La mayoría superaba el tamaño de una hoja A4, algunos llegaban a los dos metros de ancho.

También hay algunos elementos 3D que debieron ser modelados, texturizados y animados.

En el campo sonoro, tenemos gran parte del cortometraje musicalizado, con música especialmente compuesta. Hay breves diálogos. Los sonidos se hicieron en su mayoría con la técnica de foley, esto es, grabándolos en estudio siguiendo a la imagen.

— ¿Que herramientas y programas utilizaron para realizarla?

Entendiendo que siempre hay una interrelación entre técnica y estética, no buscamos resultados de superproducción, sino narrar la historia con nuestros propios recursos, una obra honesta consigo misma. Se ve tantas veces proyectos con buenas historias que se caen al querer parecerse en estética a los de las grandes industrias.

Empleamos software libre. Como además soy programador, tenía en vista la aplicación MyPaint, que imita los medios tradicionales como carbonilla, óleo, etc. Entonces decidí dedicarle un tiempo a agregarle la funcionalidad necesaria para hacer animación. Esto derivó en un fork de MyPaint que llamé mypaint-xsheet (porque se basa en las x-sheet o exposure sheets de la animación tradicional, una tabla que es la herramienta imprescindible del animador). Se convirtió en nuestra principal herramienta, que fuimos puliendo entre todos según las necesidades que se presentaban.

Los fondos fueron escaneados en partes y reunidos en Hugin. Luego fueron retocados en Gimp. En algunos bastaba simplemente con ajustar el brillo y el contraste, en otros había que recortar partes, hacer máscaras, clonar.

Para la composición final de personajes y fondos, usamos de una manera muy particular la suit 3D Blender. La empleamos como una cámara multiplano de la animación tradicional. También en Blender agregamos efectos y elementos 3D. Esto fue llevado a cabo por nuestros amigos de Licuadora Studios.

— ¿Con qué licencia van a publicar el trabajo?

Vamos a publicarlo con la licencia Creative Commons CC-By-Sa.

— ¿Por qué eligieron publicarlo con esa licencia?

Porque nos interesa que esta historia se recupere y llegue a la mayor cantidad de público posible. Porque entendemos que la cultura libre es más afín a los mecanismos de la cultura que el viejo copyright: está en la naturaleza de la cultura ser dinámica, no hay obra que no sea derivada de las que la anteceden. Viniendo del palo del software libre tengo muy naturalizado esto, es algo de lo que me beneficio todos los días. Es lo que intenté expresar al equipo, y algo en lo que todos estuvieron de acuerdo, no sin antes pasar por una enriquecedora discusión.

Manuel Quiñones, durante la presentación del corto en el evento “Encuentro de Gráfica Libre”, realizado en la ciudad de Santa Fe en el mes noviembre.